Mirar al otro
La vida en una gran ciudad es un seguro para el anonimato, salimos por la mañana y pasamos todo el día cruzándonos con personas que más bien evitamos
Hay un momento en el que volvemos a casa. Compartimos el ascensor con alguien que no sabemos quién es. Las dos hermanas de la calle Juncal murieron sin que ningún vecino se entere.
Antes era distinto , uno recorría la cuadra y se iba viendo con los vecinos. Cómo estás Laurita? Cómo anda don Pedro , lo llamo su hijo ?. Hola Angélica , te conseguí las muestras gratis.
Quienes conformamos la Administración Engelsberg, proponemos el programa CONOCERNOS.
Llegar a casa y encontrarnos, vivimos en un mismo edificio y tenemos intereses y vivencias en común.
Cuando compartamos el ascensor quizás hasta nos demos un abrazo
Ing. Daniel J. Copello